domingo, noviembre 30, 2008

Cómo se te ovilla el tiempo en su corazón de lana, sangrando en el movimiento por las cribas de la trama. En el aire vi unas manos y en las manos la tibieza y en lo tibio del hilado el hielo de la tristeza. Ven y téjeme las notas en los puntos de la urdimbre, paso a paso y gota a gota con tus agujas de mimbre. Ay, Edilia si te olvidas de anudar tus propios pasos va a venir la noche un día a dormírsete en los brazos. En el sueño, tejedora, donde tus lanas te alumbran, te soñás tejiendo auroras en medio de la penumbra. Artes de adivinadora te cuentan lo sucedido y tus lanas lo atesoran en la piel de tu tejido. Quién te habrá dado esa prisa prendida en colores fuertes y en los bordes de ceniza lentitudes de la muerte. Cuando sientas en tu hilado que mi tiempo se ha vencido dibujame un sol gastado con las hebras del olvido...


martes, noviembre 25, 2008

Capítulo 19, Rayuela

"Si se me acaba la yerba estoy frito", pensó Oliveira, "mi único diálogo verdadero es con este jarrito verde" Estudiaba el comportamiento extraordinario del mate, la respiración de la yerba fragantemente levantada por el agua y que con la succión baja hasta posarse hasta posarse sobre sí misma, perdido todo brillo y todo perfume a menos que un chorrito de agua la estimule de nuevo, pulmón argentino de repuesto para solitarios y tristes...




domingo, noviembre 23, 2008


Cuando te digan que no estoy preso, no les creas.Tendrán que reconocerlo algún día.Cuando te digan que me soltaron, no les creas.Tendrán que reconocer que es mentira algún día.Cuando te digan que traicioné al Partido, no les creas.Tendrán que reconocer que fui leal algún día.Cuando te digan que estoy en Francia, no les creas.No les creas cuando te muestren mi carnet falso, no les creas.No les creas cuando te muestren la foto de mi cuerpo, no les creas.No les creas cuando te digan que la luna es la luna, si te dicen que la luna es luna, que esta es mi voz en una grabadora, que esta es mi firma en un papel, si dicen que un árbol es un árbol, no les creas, no les creas nada de lo que digan, nada de lo que te juren, nada de lo que te muestren, no les creas.
Y cuando finalmente llegue ese día cuando te pidan que pases a reconocer el cadáver y ahí me veas, y una voz te diga: “Lo matamos se nos escapó en la tortura está muerto”, cuando te digan que estoy enteramente absolutamente definitivamente muerto, no les creas, no les creas, no les creas, no les creas.....
Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja. Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua.
6 años y 63 dias...